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¿Como se aplica la Ley de D’Alembert?
Este sistema lleva el nombre del matemático francés Jean-Baptiste d’Alembert. El, como muchos jugadores, se sorprendió cayendo en el común error llamado la falacia del jugador. No se sabe cuánto le costó esto, pero otros que han cometido el mismo error han perdido todo su dinero. El sistema D’Alembert se aplica comúnmente cuando se hacen apuestas de dinero en la mesa de la ruleta, pero puede ser utilizado para casi cualquier apuesta de dinero. Se basa en la teoría de que debería haber algún equilibrio con las apuestas de dinero. La idea es que el jugador siempre debe ganar aproximadamente el mismo número de apuestas de dinero que pierde. Para decirlo de otra manera, funciona sobre la base de que el rojo saldría aproximadamente el mismo número de veces que el negro durante una sesión de jugar a la ruleta. Es un sistema muy sencillo de aprender, lo que tal vez explica hasta cierto punto su popularidad. He aquí una guía rápida para ponerlo en práctica:Ley del equilibrio
Otra aportación de D’Alembert es la famosa ley del equilibrio, una ley que aplicada al mundo de las apuestas dice que a largo plazo hay un balance en las veces que se acierta en una apuesta y las que no. Por este motivo si no acertamos en nuestra apuesta, sumaremos una unidad a la siguiente apuesta y de lo contrario restaremos una unidad si acertamos.Tabla de las apuestas realizadas
Para entenderlo mejor mostraremos un ejemplo de los pasos que deberíamos de seguir si queremos poner en practica este tipo de estrategia:- 1ª apuesta – apostamos 1 unidad la cuota es (1.63) y no acertamos – total (-1)
- 2ª apuesta – apostamos 2 unidades la cuota es (1.50) y acertamos – total (0)
- 3ª apuesta – apostamos 1 unidad la cuota es (1.45) y acertamos – total (0.45)
- 4ª apuesta – apostamos 1 unidad la cuota es (1.55) y no acertamos -total (-0.55)
- 5ª apuesta – apostamos 2 unidades la cuota es (1.67) y acertamos -total (0.79)
Como hemos visto hemos acertado 3 veces y hemos fallado 2. Si hubiésemos apostado todo al principio, hubiésemos perdido todo nuestro dinero. Al repartirlo en diferentes fases, apostando cada vez una división de todo nuestro dinero disponible, hemos tenido más opciones de obtener beneficios.